Noticias: Exposición "Urbe Onírica" de Saúl Gutiérrez Silva

La Asociación Librería Café- Centro Cultural La Serpiente Emplumada esta presentando la colección de lienzos "Urbe Onírica" creada por Saúl Gutiérrez Silva. La exposición estará disponible hasta el 22 de julio y estará abierta al publico en el horario regular de la Librería.

En la vida urbana contemporánea estamos tan acostumbrados a los sonidos, que no les hacemos caso. Sin embargo, forman la banda sonora cotidiana de nuestras vidas.

Pero, en el pasado distinguimos mejor entre los sonidos comunes y la música como tal, para procesiones o desfiles o celebraciones. Una marcha fúnebre fue fácilmente reconocible y la gente sabía cómo reaccionar al oírlo. Hoy en día una cancioncita de publicidad se convierte en algo del Top 20 de un día para otro y luego desaparece para siempre. Tenemos que preguntar de donde vendrá la música en el futuro. ¿Será reciclada como todo lo demás? ¿Cómo podremos reconocerlo como música de verdad para escuchar, gozar y apreciar?

Por eso es que las pinturas de Saúl Gutiérrez tienen tanto impacto. Nos hacen recordad que la música es algo esencial en la vida, que no debemos confundir con el ruido de una gran ciudad. A la misma vez la ciudad es una presencia importante dentro de la obra tanto protagónica, como antagónicamente. Como por ejemplo con el cuadro pequeño del coche del bebé, perdido en el gran urbe. ¿Qué nos hace sentir? Miedo, por supuesto. ¿Dónde está el bebé o la mamá o alguna persona responsable? Y es el atardecer cuando se acerca la noche con sus sombras amenazantes. Pero ¿el bebé?

En contraste tenemos el grupo, en el parque de los periodistas, gozando de las delicias de una tarde bogotana. La música está en el aire aunque no la escuchamos. El grupo se ha olvidado del ruido y voces irritantes urbanas para hablar de un futuro tranquilo quizás “Lejos del gentío mundano…”

Y así, volvemos al tema de la música, escuchada ó no. La música llena el corazón de los músicos tocando en todos los sitios todas las noches. Este es un escenario que Saúl Gutiérrez conoce muy bien como músico. No importa el género, tropical, jazz, salsa, boleros, para los salones de baile (ahora casi todos desaparecidos del mapa urbano) y ahora los cafés esparcidos por toda Bogotá. Por supuesto que siguen los conciertos de música clásica pero Saúl nos hace recordar que es el pueblo en general que construye el público más fiel en todas las épocas.

Estos cuadros son también una crónica de la vida de los músicos desde el anochecer y las primeras notas hasta el calor de un buen solo de guitarra ó saxofón a las tres de la madrugada seguido por el camino solitario de volver a la casa y la cama acompañado por el instrumento. No hay mucho “glamour” ni fama pero sí es una vida dedicada a la amante perfecta, la música.

Saúl Gutiérrez imparte también una sensación especial en su estilo de pintar, líneas de ambulantes ó agitadas que nos llevan a descubrir nuevas vistas en una ciudad que creemos conocer. Las figuras humanas están atrapadas tanto en estas líneas como en la música y la vida de la ciudad. Los cuerpos reaccionan a todos estos ritmos, a veces caóticamente, otras veces subordinados a los ritmos que se les caen encima. Pero son cuerpos colmados de exuberancia y alegría que viven en la música reflejando los colores de la noche.

La Música de una Ciudad- Metta Anderson, artista y crítica plástica